La princesa que quería salvarse
—
No,
no te confundas. No necesito que me salves. No necesito un príncipe, ni un
“héroe”. No busco ni un Romeo ni un Shrek. Ni siquiera he pedido un mísero
caballero medieval. No tengo nada en contra de esos arquetipos. Es más, son
buenos y nobles, pero yo no los he pedido. Más bien necesito alguien que me dé
esperanzas de que no todo está perdido; alguien que me recuerde lo que
realmente merece la pena. Necesito encontrar a esa persona por la que recupere
la fuerza y la esperanza, y vuelva a tener sentido levantarme todas las
mañanas. Esa persona con la que sienta que todo va a estar bien.
—
Pero,
yo he venido a sacarte de aquí — cortó el príncipe a la princesa— ¿No puedo ser
esa persona para ti?
—
No,
porque ya he encontrado a esa persona, y no eres tú.
—
¿Y
porque no está aquí para ayudarte?
—
Si
está. Es la misma persona que me odia. La misma persona que hace que me sienta
mal, insegura y desprotegida. La misma que me ha autoconvencido de lo poco que
valgo y lo fea que soy.
—
No
lo entiendo. — dijo el príncipe — Esa persona no puede salvarte.
Sí puede, —contestó la princesa
mientras se miraba en el espejo de su alta torre — pero aún no está preparada.
El cambio de verdad siempre empieza por nosotros mismos.
ResponderEliminarexacto!
EliminarQué buen relato, nadie necesita a nadie para "salvarse". Un abrazo. :)
ResponderEliminarmuchas gracias por comentar!
EliminarSimplemente brillante.
ResponderEliminarFelicidades.
muchísimas gracias!
EliminarA veces le damos más valor a las actitudes de aquellos de los que menos esperamos. Enhorabuena!
ResponderEliminargracias!
EliminarEstupendo, mucha sabiduría en un relato corto. No necesita a nadie y esa es la enseñanza, se tiene a ella misma y no lo sabe.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por esto.
gracias a ti por comentar!
EliminarLa persona que puede encumbrarnos o hundirnos es aquella que vemos en el espejo.
ResponderEliminarexacto!
EliminarMe gustó mucho este relato. Votado
ResponderEliminargracias!
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